lunes, 10 de noviembre de 2008

Energía solar desde el espacio


Diversas iniciativas proponen satélites con paneles fotovoltaicos para mandar energía a la Tierra.

La energía solar espacial se basa en un concepto en teoría sencillo: instalar unos paneles solares en órbita geoestacionaria (a unos 35.000 kilómetros de altura) y transmitir mediante microondas o láser la energía lograda a una estación en tierra, para distribuirla luego por la red.
En la actualidad, la búsqueda de nuevas y limpias energías, ante el próximo final del petróleo, y el avance de la tecnología, vuelven a hacerla interesante. Según un estudio del Instituto de Investigación en Energía de EE.UU., un km2 de paneles solares en órbita recibiría en un año más energía que todas las reservas de petróleo conocidas.
La NASA dispone de un proyecto, con un presupuesto de unos cuatro millones de euros, en el que baraja 23 propuestas diferentes de sistemas para establecer su viabilidad económica. En el sector privado, la empresa californiana Space Island quiere probar en la India sus satélites solares. Asimismo, la Estación Espacial Internacional (ISS), cuya fecha de finalización está prevista para 2010, podría utilizarse para probar por primera vez este sistema.

Además de EE.UU., En Japón, su Agencia de Exploración Aerospacial, la JAXA, y el Instituto Universitario de Ingeniería Láser de Osaka quieren contar para 2030 con un sistema de colectores gigantes de energía solar en órbita capaz de producir energía suficiente para medio millón de hogares. Por el momento están probando el sistema de transmisión de la energía por microondas en el parque aerospacial de Hokkaido. Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA) lleva años estudiando este sistema, colaborando también con Japón. En 2004 comenzó un estudio de viabilidad sobre las posibles tecnologías y un grupo de empresas suizoalemanas informaba de un proyecto para probar un sistema de energía solar en las islas Palau, en el Océano Pacífico. Su objetivo era poner en órbita para 2012 unos paneles de un MW, capaces de abastecer de energía a unos 1.000 hogares, desafíos que hay que superar.
Arquitecturas y lanzaderas espaciales de bajo coste: se estima que para ser viable, el coste de poner en órbita geoestacionaria un kilo de carga debería costar 600-700 euros; hoy en día se necesitan unos 14.000 euros. En este sentido, sus defensores subrayan que apoyando a la energía solar espacial también se contribuye al desarrollo de los lanzamientos espaciales.

1 comentario:

Luis González dijo...

Saludos, compañeras:

iniciamos bien el camino de la bitácora. Enhorabuena por ello. Ahora debéis hacer varias cosas:
a) Buscar más enlaces.
b) Decidirse por un tema o noticia y hacer un seguimiento por varios lugares-web.
c) Conseguir que las anotaciones sean escritura personal (no corta-pega), donde veamos vuestras opiniones etc.

Lo dicho, enorabuena y a por ellos.

Un abrazo

Luis González